Y me quedo callada. Soy como una niña dormida que puede despertarse con apenas solo un ruido. Cuando menos te lo esperas, cuando menos lo imaginas... se que que un día no me aguanto voy te miro! Y te lo digo a los gritos, y te ríes y me tomas por una loca atrevida!. Pues tú no sabes cuanto tiempo en mis sueños has vivido, ni sospechas cuanto te nombre.
¡YO!, yo no me doy por vencida. Yo quiero un mundo contigo. Juro que vale la pena esperar y esperar y esperar un suspiro. Una señal del destino... ¡No me canso, no me rindo, no me doy por vencida!.
Tengo una flor en el bolsillo marchita de buscar un hombre que me quiera, y reciba su perfume hasta traer la primavera y me enseñe lo que no aprendí de la vida que brilla más cada día. Porque estoy tan solo a un paso de ganarme la alegría, porque el corazón levanta una tormenta enfurecida desde aquel momento en que te vi.
No hay comentarios:
Publicar un comentario